Traducción de Monia Manciocco
Historia de Segni, por Don Bruno Navarra* "Dedico este trabajo a mis conciudadanos en nombre de la Segninità que nos une, para que todos puedan crecer en el amor y el respeto por la herencia de sus padres". La antigua Signia se asomó al escenario de la historia alrededor del año 513 a.C., cuando Tarquinio el Soberbio lideró el ejército romano hacia el Monte Lepino. El campamento militar construido con las comodidades de una ciudad, así como lo cuenta Dionisio, serviría de cimientos para la futura Signia. Si un asentamiento humano anterior pobló el Monte Lepino, cuál fue su raíz y cuál su nombre son cuestiones que siguen aun por resolver. ¿Existía ya Signia antes de la llegada de Tarquinio el Soberbio? (Véase ☛ de 20,000 a 753 a.C.) En 495 a.C. Sesto Tarquinio estableció en Segni una segunda colonia. En la formación de las plazas fuertes federales, o colonias latinas, se empleaba normalmente a un buen número de colonos romanos. En 493 a.C. Spurio Cassio, durante el segundo consulado, reprimida ya la sedición de las ciudades latinas, renovó con ellas el pacto de alianza conocido con el nombre de “Foedus Cassianum”. Segni fue uno de los treinta pueblos que se unieron a ese pacto. En aquella época y a lo largo de los siglos V y IV a.C., Signia era rica y próspera. Única en la región de Lazio, acuñaba monedas de plata con la inscripción “SEIC”, formaba milicias propias (con las que en varias ocasiones ofreció ayuda a la misma Roma) y estaba rodeada por murallas megalíticas con varias puertas: entre ellas, la Porta Saracena que hacia el siglo IX d.C. tomará su nombre por los repetidos ataques de los Sarracenos. Signia estaba gobernada por magistrados, dos para la legislación y dos para el gobierno municipal. Siempre fue fiel a Roma, especialmente en los momentos más difíciles para la ciudad, como en la época de las guerras de Aníbal, cuando fue elegida para custodiar a los prisioneros púnicos. La batalla de Sacriporto (en los alrededores del castillo derruido de Piombinara) entre Silla y Mario el joven, vio a este último derrotado y obligado a huir a Palestrina. Los Segnini, que habían apoyado a Mario, sufrieron una severa humillación y una cruel represalia por parte del vencedor. Después del 89 a.C. como consecuencia de la guerra "marsica" o social, Signia obtuvo la condición de "Municipio" y, al igual que los demás municipios, fue gobernada por los "quattuorviri". Prueba de esto son algunas inscripciones lapidarias existentes en Segni; gozando de la condición de ciudad libre, pudo utilizar el acrónimo S.P.Q.S. Para la interpretación del nombre Signia se barajan diversas hipótesis: una es que el nombre procedía de la insignia del ejército de Tarquinio el Soberbio; la otra es que el nombre venía de la estatua (signum) de una divinidad, en relación con el templo del siglo V a.C. erigido en la Acrópolis y dedicado a la tríada itálica Júpiter, Juno y Minerva, o sólo a Júpiter (Capitolio), o únicamente a Juno, como se puede leer en la lámina votiva hallada en el mismo templo y que se conserva en Villa Giulia. Sin embargo, considerando el SEIC inciso debajo de la cabeza del jabalí en la moneda de Segni, ese nombre podría derivar de este animal sagrado o tótem de los primitivos Segnini. Durante la república y el imperio Signia enriqueció su arquitectura con el Foro (hoy Piazza Santa Maria y Largo Pericle Felici), se adornó con templos dedicados al dios Hércules y a la Bona Dea, con monumentos dedicados a varios dioses y al emperador Marco Aurelio (Caracalla) y con villas suburbanas. Signia fue famosa en la antigüedad por un estuco particular (el "opus signinum"), por su vino espumoso y con propiedades astringentes, por las coliflores resistentes al frío y por una calidad de peras llamadas “appunte segnine”. El cristianismo penetró en Segni muy pronto. Los primeros evangelizadores se dirigieron a la colonia judía establecida desde el siglo I a.C. en el área del actual barrio de “Santo Stefano” y que todavía se conoce como "La Giudea". El lugar de culto fue dedicado al judío Stefano, primer mártir cristiano. La catacumba de S. Ilario, excavada cerca de la estación "Ad Bivium" entre Valmontone y Artena, da testimonio de una presencia cristiana que se remonta al siglo IV d.C. A través de ese enclave, penetró el cristianismo extendiéndose a las ciudades cercanas. En el siglo V d.C. el proceso de difusión estaba tan avanzado que en Segni había un obispo (cuya presencia se documenta ya en el 495 d.C.), lo que supone que la organización de la iglesia contaba con una iglesia catedral; para ello se usó el templo pagano de la acrópolis que, después de los reiterados decretos de Teodosio contra el culto pagano, fue cristianizado y dedicado a San Pedro Apóstol. Los Segnini sufrieron las graevs consecuencias de la guerra griego-gótica que los obligó a abandonar los cultivos del valle del Sacco y a retirarse dentro de las murallas de la ciudad. Entre finales del siglo VI d.C. y principios del siglo VII d.C. nació Vitaliano, papa Segnino desde 657 hasta 672 d.C. Durante su pontificado el Papa Vitaliano intentó la reconciliación con el Imperio Bizantino y con la Iglesia de Constantinopla, envió misioneros a Inglaterra y fomentó el uso y la difusión del canto gregoriano. En la época bizantina, de acuerdo con sus propios estatutos, Segni estaba repartida en siete “decarcie” o barrios, cada una de las cuales tenía que entregar a diez hombres armados, algunos a pie y otros a caballo, al ejército de la ciudad. Alrededor del siglo VIII d.C. aparecieron en Segni el culto de Santa Lucía y el de Santa Águeda. A la primera fue construida una iglesia, destruida durante el bombardeo del 7 de marzo de 1944 y posteriormente reconstruida no muy lejos de la primitiva. A la segunda se le dedicó una zona de la ciudad, que todavía se llama comúnmente “Santavàti”, nombre derivado de Sant’Agàte. Hacia la mitad del siglo XI d.C. fue construida la iglesia de Santa Maria, en estilo románico, con el campanario situado en un lateral del cuerpo central. Este templo se convirtió en iglesia catedral. Incluida en el ducado romano y en el "Patrimonio di San Pietro", Segni siguió desarrollándose bajo el gobierno de la Santa Sede, consiguiendo la autonomía municipal y alcanzando la cumbre de su fama en los siglos XII y XIII d.C., cuando fue sede de varios papas: Pascual II que ahí canonizó al obispo Pedro de Anagni el 4 de junio de 1109; Eugenio III que construyó un palacio para el verano (el actual seminario - 1150); Alejandro III que ahí consagró a Thomas Becket el 2 de febrero de 1173; Lucio III que el 18 de de julio de 1183 ahí santificó a Bruno, obispo de la ciudad desde 1079 hasta 1123. En Segni demoraron también Inocencio III (Lotario de los Conti di Segni) bajo cuyo papado en 1216 se erigió el campanario de la iglesia de San Pietro, con su gran arco apuntado; Honorio III que le 16 de julio de 1223 consagró el altar de San Bruno; y finalmente Gregorio IX, miembro de la familia Conti. Alrededor del siglo XIII d.C. fue construido el campanario de la iglesia de S. Stefano, en estilo románico con influencia árabe. En 1353 para protegerse de la tiranía de los barones de Campagna, Segni se entregó al señorío de Giovanni Conti, pasando de ser un libre municipio a un feudo de la familia Conti hasta 1575, cuando Giovan Battista Conti lo cedió a Mario Sforza , esposo de Fulvia Conti única hija y heredera de Giovan Battista. En agosto de 1557, durante la guerra de Campagna, Segni fue víctima de incendios y destrucciones. El 4 de julio de 1585 Sixto V convirtió a Segni en un ducado. Alessandro Conti Sforza fue el primer Duque; su nombre está inciso en la fachada superior del dintel del portal del palacio Conti, que él mandó restaurar. El Ducado de Segni fue requisado y posteriormente subastado en 1639 por la Congregación de los barones, debido a las deudas qua había contraido Mario II Conti Sforza. En la subasta participaron los Sforza, familiares de Mario, y los Barberini, familiares del papa Urbano VIII. Segni fue otorgado a los Barberini. Sin embargo, entre las dos familias empezó un proceso judicial que concluyó cuando Livia Cesarini, esposa de Federico Sforza, el 17 de marzo de 1695 volvió a comprar Segni, empezando la dinastía de los Sforza Cesarini. Durante el siglo XVII d.C. la antigua catedral fue demolida, a consecuencia del daño provocado por el incendio de 1557, y reconstruida en el mismo lugar en estilo barroco y con planta de cruz griega. Para decorarla se convocaron a Pietro da Cortona, al Pomarancio, a Giovan Battista Gaulli, a Lazzaro Baldi, a Francesco Cozza y a los hermanos Cortese, en especial a Antonio y a Guglielmo; la fachada de piedra local fue erigida en 1817 con un estilo que recuerda el neoclásico de Valadier. Con la entrada en el Reino de Italia el 20 de septiembre de 1870, Segni tuvo a Girolamo Cleti Meni como primer alcalde desde el 25 de enero de 1875 hasta el 16 de marzo de 1877. Siguieron numerosas obras sociales. En 1862 se inauguró el ferrocarril para Ceprano con las paradas de Velletri, Valmontone, Segni, Anagni, Ferentino y Frosinone; en 1870 se construyó el hospital con la contribución de los sacerdotes segnini don Leandro Milani y don Gaetano Rossi y se entregó a las Hijas de las Caridades de San Vincenzo de' Paoli; en 1876, el Ayuntamiento abandonó el antiguo palacio medieval situado cerca de la catedral y tomó posesión del antiguo convento de los Dottrinari, junto a la iglesia del Gesù, ya confiscado por las leyes italianas; en 1887 la generosidad de nuestro conterráneo León XIII permitió la construcción del Istituto San Gioacchino para la educación de la infancia y la juventud, entregándolo a las monjas Hijas de la Caridad de Santa Giovanna Antida. Cerrados todos los cementerios parroquiales por razones de higiene, en 1884 fue construido el cementerio municipal, según el diseño del ingeniero Angelo Maria Fagiolo. Para erradicar el azote de la usura, Mons. Giuseppe Sagnori y el Ing. Angelo Maria Fagiolo fundaron en 1894 la Cassa Rurale. A finales del siglo XIX numerosas plantas industriales comenzaron a levantarse alrededor de la estación de trenes Segni-Paliano, interrumpiendo el flujo migratorio de nuestros trabajadores hacia América. Muchos vecinos de Segni cayeron sirviendo la patria en la guerra libia de 1911 y en la guerra mundial de 1915-18; Segni recuerda también la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) particularmente cruel y destructiva. Durante los años treinta del siglo XX se construyó en Segni la escuela de primaria, completamente restaurada y renovada en 1990-91; en la segunda mitad de este siglo se construyeron los edificios de la escuela media, del instituto técnico y comercial y también el del jardín de infancia; en el año escolar 1989-1990 se abrió el Gimnasio-Liceo en el edificio del seminario. El instituto magistral, dirigido por las Hermanas del Santísimo Sacramento, floreció durante medio siglo, de 1930 a 1980. Acontecimientos relevantes para la vida y las costumbres de la comunidad de Segni fueron el uso de la electricidad para iluminar lugares públicos y casas privadas en 1912 y la construcción del acueducto Simbrivio que comenzó a suministrar el precioso líquido en 1933. Hasta 1950 existía un único camino transitable, la llamada Via Traiana, que unía vialmente Segni a Colleferro. En los años siguientes se construyeron dos carreteras más: la primera une Segni al pueblo de Rocca Massima; la segunda conduce a Montelanico y, a través de un tramo lateral, a la Via Carpinetana hacia Gavignano. Entre los diversos edificios de época medieval y moderna, característicos son el Palazzo Cremona del siglo XVIII; el mirador medieval (llamado Loggetta) reconstruido después del saqueo de Segni utilizando materiales recuperados en el monasterio de San Gregorio, documentado hasta 1300 y destruido en 1557; el Convento dei Cappuccini construido a principios del siglo XVII; la iglesia de S. Maria degli Angeli, con portal del siglo XV, convertida en una parroquia en la nueva zona de Segni en 1929; y la iglesia del Gesù (principios del siglo XVIII) donde se guarda la imagen milagrosa de la Virgen Dolorosa, pintada sobre lienzo por un artista de la escuela Reni. Entre los muchos paseos en el pueblo y en los montes cubiertos por bosques de castaños y encinas, el más bello y pintoresco está en Pianillo: encima de la montaña hay una cruz grande de hierro (1933) que domina el valle del Sacco; desde el mirador se pueden apreciar decenas de pueblos, que van desde Palestrina hasta Frosinone. *"SEGNI - Guida per la visita del centro storico" diDon Bruno Navarra Ed. Cassa Rurale ed Artigiana di Segni con il patrocinio del Comune di Segni - Agenzia Provinciale Turismo Roma - Ass. Pro-Loco, 1992 Traducción de Monia Manciocco |
Clicca qui per modificare.
|